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Cada 19 de noviembre, el mundo conmemora el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), una fecha dedicada a generar conciencia sobre esta condición que afecta a millones de personas y que, en muchos casos, pasa desapercibida hasta etapas avanzadas. Para Emssanar EPS, esta es una oportunidad para reafirmar nuestro compromiso con el bienestar respiratorio de todos nuestros afiliados, fortaleciendo acciones educativas, preventivas y de acompañamiento integral.
La EPOC es una enfermedad respiratoria progresiva que genera una limitación al flujo de aire en los pulmones, haciendo que actividades cotidianas como caminar, subir escaleras o realizar esfuerzos mínimos se conviertan en una tarea difícil. A pesar de su impacto, muchas personas conviven con sus síntomas sin reconocerlos, lo que retrasa el diagnóstico y el inicio del tratamiento.
Reconocer las señales salva vidas
Uno de los mensajes más importantes para este 2025 es la invitación a “escuchar al cuerpo”. La falta de aire no debe normalizarse. Si al caminar distancias cortas, subir escaleras o realizar actividades habituales aparece la sensación de ahogo, es necesario prestar atención. La dificultad para respirar nunca es normal y puede ser un indicador temprano de EPOC.
De igual manera, síntomas como:
- Tos persistente por más de tres meses,
- Flema constante,
- Sensación de cansancio o debilidad al realizar actividades cotidianas,
- Silbidos en el pecho,
- Infecciones respiratorias frecuentes,
no deben atribuirse simplemente al envejecimiento o al clima. Reconocerlos a tiempo puede marcar la diferencia en el pronóstico y en la calidad de vida del paciente.
Consultar tempranamente permite iniciar tratamientos eficaces, recibir orientación profesional y adoptar hábitos que retrasan la progresión de la enfermedad. En Emssanar EPS contamos con redes de atención y programas de seguimiento para acompañar a los pacientes en cada etapa.
La EPOC se puede prevenir, detectar y tratar
Aunque la EPOC es una enfermedad crónica, su evolución puede controlarse cuando se identifica temprano. Por ello, el diagnóstico oportuno es fundamental. Pruebas como la espirometría permiten evaluar la función pulmonar y conocer la capacidad respiratoria del paciente. Este examen es sencillo, rápido y esencial para determinar la presencia de la enfermedad.
Además, existen tratamientos y medidas de autocuidado que alivian los síntomas, mejoran la capacidad pulmonar y permiten llevar una vida activa. Entre ellos se destacan:
- Tratamientos inhalados, que ayudan a abrir las vías respiratorias.
- Rehabilitación pulmonar, un programa de ejercicios y educación para mejorar la función pulmonar.
- Vacunación anual contra influenza y neumococo, para reducir infecciones respiratorias.
- Eliminación del consumo de tabaco.
- Control del ambiente, evitando la exposición a contaminantes y humo.
El papel del paciente es fundamental: adoptar hábitos saludables, seguir los tratamientos indicados y mantenerse activo contribuye al bienestar general.
Dejar de fumar: la decisión que marca la diferencia
El humo de tabaco es el principal factor de riesgo para el desarrollo de la EPOC. Cada cigarrillo inhalado daña de forma progresiva las vías respiratorias y disminuye la capacidad pulmonar. Sin embargo, una buena noticia es que nunca es tarde para dejar de fumar. Los beneficios comienzan desde las primeras 24 horas: mejora la oxigenación del cuerpo, disminuye la inflamación pulmonar y disminuye el riesgo de progresión de la enfermedad.
En Emssanar EPS promovemos activamente el abandono del tabaco e invitamos a quienes aún fuman a buscar apoyo profesional. Existen estrategias, terapias y recursos diseñados para acompañar el proceso, reducir la ansiedad y facilitar la transición hacia una vida sin humo.
Cuidar el entorno también protege los pulmones
La EPOC no es causada únicamente por el tabaco. Existen otros factores ambientales que afectan la salud respiratoria, especialmente en personas que viven o trabajan en espacios con poca ventilación o altos niveles de contaminantes. Entre ellos se encuentran:
- Humo de leña: muy común en zonas rurales donde los fogones tradicionales se utilizan para cocinar. La exposición durante años puede generar daños significativos en los pulmones.
- Contaminación del aire: tanto exterior como interior, incluyendo polvo, productos químicos y gases.
- Exposición ocupacional: trabajadores de la construcción, agricultura, minería o industrias químicas tienen mayor riesgo.
- Antecedentes genéticos, como el déficit de alfa-1 antitripsina, una condición hereditaria poco frecuente que incrementa la probabilidad de desarrollar EPOC.
Crear entornos libres de humo y disminuir la exposición a contaminantes es una responsabilidad colectiva. Respirar aire limpio es un derecho fundamental y protegerlo es esencial para preservar la salud.
La educación como herramienta de prevención
En Emssanar EPS reconocemos que la mejor estrategia para combatir la EPOC es la educación. Informar a las familias, comunidades y cuidadores sobre los síntomas, riesgos y cuidados permite que más personas identifiquen tempranamente cambios en su salud respiratoria.
Por ello promovemos actividades de sensibilización, campañas de promoción y espacios informativos en los cuales los usuarios puedan resolver dudas, aprender sobre factores preventivos y recibir orientación para mejorar su calidad de vida. Una persona informada tiene mayor capacidad para reconocer señales de alarma y buscar atención oportuna.
Su bienestar respiratorio es nuestra prioridad
La salud pulmonar es clave para realizar actividades cotidianas y disfrutar de una vida plena. En Emssanar EPS invitamos a todos nuestros afiliados a prestar atención a los síntomas, evitar los factores de riesgo y asistir a sus controles preventivos. Si siente que “le falta el aire”, piense en la EPOC y consulte a tiempo. El diagnóstico temprano es el camino hacia una mejor calidad de vida.
Emssanar EPS – Tómate la vida con un segundo aire.
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